domingo, 21 de abril de 2013

¿Y ahora qué, eh?

¿Y ahora qué?
Aquél perro negro se me acercó de nuevo. Ahora sin él, ahora sin estar sentada, ahora sin estar diciendo nada pero diciéndolo todo.
¿Y ahora qué?
Cosas sencillas me hacen sonreír. Volvió mi carisma, volvió mi risa.
¿Y ahora qué?
Paso mis viernes con mi madre y mis hermanos en un McDonald's.
¿Y ahora qué, eh?
¿Me bajaré de nuevo una estación antes que es la misma en donde vives? ¿Volveré a entrar a aquel parque y me detendré al escuchar que el modo aleatorio volvió a poner nuestra canción después de un mes de no hacerlo? ¿Se me volverá  a enchinar la piel? ¿Una lágrima se me volverá a salir al ver que nuestro parque jamás volverá a ser nuestro? ¿Volveré a ver la mirada del señor de la cafetería que gritaba "¿por qué vienes sola?"? ¿Volveré a pedir un café de menta?

 ¿Y ahora qué, eh?
La pregunta de todos los días. De los días sin ti que son mejores sin ti y a la vez no.
Que estoy mejor sin ti, que no quiero aceptarlo, pero sí. Aunque yo me sienta sola y aún duerma a escondidas con el collar que selló nuestro amor, como escondiéndome de alguien, que ése alguien soy yo.
¿Y ahora qué, eh?
Con tantas metas, con tantos sueños. No recuerdo la última vez que alguien me llamó "mejor amiga" o que me hizo sentir como tal.
No recuerdo. No pienso. Deberían de ser mis primeros dos deseos en la lista de deseos de Año Nuevo.
¿Y ahora qué, eh?