sábado, 29 de junio de 2013

Me viste a los ojos y suspiraste "te extrañé tanto"...

Te vi. ¡Te pude ver de nuevo! Después del tiempo y la distancia.... Y corrimos los dos con lágrimas en los ojos, nos abrazamos tan fuerte que pude sentir tu alma conectándose de nuevo con la mía. 
El mundo se detuvo. Todo estaba en silencio y entonces te vi a los ojos con una mirada tan profunda que creo que pude ver lo que tú veías a través de ti. Fue cuando posaste tu áspera mano en mi sudoroso cuello por la emoción, me viste a los ojos y suspiraste "te extrañé tanto" y mis ojos pasaron de desierto a océano en segundos, mis mejillas eran como grandes ríos; el mundo se volvió a parar y entonces brillo salió de nosotros, tomaste más fuerte mi cuello con tus dos manos y tu cara se fue acercando a la mía con la mirada en mis rosas labios... Te acercaste y más y más y más y de pronto desperté y caí en la cuenta de que sólo estaba soñando. Me limpié las lágrimas, me tapé con las cobijas y me volteé con la intención de ya no soñar más. 

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